En esta época del año, cuando llueve mucho y la temperatura
es alta, y no existe el correcto manejo cultural para minimizar los efectos de
las enfermedades y plagas, cientos de parcelas de estos rubros se están
perdiendo.
En la medida que nos acercamos al verano, la situación va a
empeorar.
En la actualidad, persisten los ataques de oruga, pulgones,
y arañita roja que arruinan totalmente los cultivos. A esto se le suma los
ataques de trips que abortan las flores.
Mientras tanto, bacterias y virus, aprovechando las heridas
dejados por los chupadores, penetran e infectan los tejidos vegetales matando a
las plantas.
A la salida del invierno, tuvimos una sobreoferta de tomate,
y eso provocó un bajón de precio, sin embargo, hoy el precio está repuntando
porque está disminuyendo la oferta por merma en la producción a causa de
ataques de plagas.
Es decir, que aquellos productores que aplican todos los
conocimientos necesarios en el manejo de las plagas y enfermedades del tomate y
el locote, tienen la gran oportunidad de comercializar sus productos a muy
buenos precios en los próximos meses.
Lo que ahora está sucediendo es que varias plagas de
diversos niveles de resistencia están atacando los cultivos al mismo tiempo, y
al productor le resulta muy difícil identificar los defensivos químicos
correctos que se deben utilizar. Y en muchos casos, los mismos productores
colaboran para que los insectos
adquieran más resistencia a los químicos, al carecer de los conocimientos necesarios,
causando grandes pérdidas en la producción hortícola, en las inversiones en la
producción de hortalizas.
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